sábado, mayo 09, 2020

La relación entre la mente y el cuerpo, y ejercicio para sanar con nuestra energía


La noción de curar con la mente se hace posible pues de a poco vamos comprendiendo que nuestra mente y nuestro cuerpo no son independientes, y lo que pasa en uno repercute en el otro. Y vemos que el estrés y nuestros pensamientos tienen la facultad de provocarnos grandes malestares y enfermedades. De la misma manera, los procesos mentales correctos pueden elevar nuestro potencial al máximo, mejorar nuestra habilidad para lidiar con los problemas y sanar nuestro cuerpo. Pero eso no es todo.

En la actualidad, entendemos que nuestro cuerpo es, de hecho, un proceso constante. Se encuentra constantemente en movimiento, cambiando, adaptándose a la información que recibe. Tanto es así, que tu cuerpo no es el mismo en este momento en que lees este artículo que cuando te despertaste en la mañana. El cuerpo debe liberar toxinas, defenderse de los agentes extraños y procesar todo lo que recibe del exterior, sea comida, aire, o información de los sentidos. Y estos procesos lo van moldeando durante toda la vida.

Se ha descubierto que tenemos la capacidad para curar con la mente nuestro cuerpo pues que solíamos creer que era incontrolable, pero hoy sabemos que controlando nuestros pensamientos modificamos los procesos de nuestro cuerpo. Cada pensamiento, sentimiento y emoción que experimentamos, genera una molécula conocida como neuropéptido. Estos viajan por todo nuestro cuerpo, llevando y trayendo la información al cerebro. Y este traduce esa información en químicos, para preparar al cuerpo para los problemas que pudiera haber en el entorno.

Como nos dice el Dr. Henry Grayson, la conciencia es la clave. Cuando esta conciencia es muy limitada, el flujo de información de nuestro cuerpo se obstaculiza. No permitimos que circule libremente, con naturalidad. En ese estado tenemos mayor tendencia a estancarnos en emociones que son perjudiciales, como el resentimiento, la victimización y la frustración. Para curar con la mente debemos expandir la conciencia de nosotros mismos. Así dejaremos que la energía fluya naturalmente por nuestro cuerpo. Comenzamos a observar el mundo y a nosotros mismos con ojos compasivos y amorosos. Nos volvemos más flexibles, más equilibrados y creativos.

En este estado podemos crear una nueva realidad, una que rebosa de salud y bienestar. Y para lograr esto, herramientas como la meditación y el mindfulness son altamente efectivas. Debemos liberarnos emocionalmente, dejar ir todo aquello que nos hace mal. La resiliencia nos dará más espacio interno que el vivir en un mundo y con un pensamiento rígido. Deja de arrepentirte del pasado y de temer al futuro. Ambos atraen la miseria a través de la duda y la falta de confianza en uno mismo. 

También es real que los pensamientos y las emociones que se producen en nuestra mente se transmiten en forma de energía hacia las demás personas. Puedes verlo en los ojos de dos personas que se aman. O en un ambiente de trabajo tóxico, donde nadie está cómodo y el mal humor de uno se propaga en los demás. La habilidad para curar con la mente a los demás es una cuestión mucho más compleja y difícil de lograr (y claramente es imposible sin el primer paso, el curarse uno mismo). La intención debe estar enfocada, la visualización debe ser concreta, se debe tener total confianza en que se obtendrá el objetivo y la relajación ha de ser absoluta. 

La psicotrónica es el término por el cual se conocen a las técnicas de la parapsicología. Y este enfoque es el que vamos a abordar para profundizar en esta temática. curación a distancia Psicotrónica: curar con la mente Para comenzar, debemos entender que desde el marco de la psicotrónica (entre otros), la salud es en principio un estado de la mente. La psique es la herramienta por excelencia con la que contamos para sobrellevar nuestra vida, y puede ser nuestra mejor amiga o nuestra peor enemiga. Los pensamientos enfocados llevarán al cuerpo a ser una manifestación de los mismos. Entonces, podemos decir que la curación es psíquica pues se trabaja desde un plano subjetivo e imaginario. 

 Anteriormente mencionamos como parte de este proceso a la intención, la visualización, la confianza y la relajación. Pues bien, hay un concepto básico de la psicotrónica relacionado directamente con la metafísica, y es el que dice que ‘la imagen de la perfección, mantenida en confianza en un plano totalmente relajado de la mente, posee el poder para modificar la imperfección’. Así, Imagen (visualización), Perfección (intención), Confianza y Relajación serán cuatro requisitos esenciales. Sin cualquiera de estos, la receta estará incompleta y será imposible lograr la correcta actitud mental para curar con la mente. 

La mente no conoce de distancias

El concepto de curación a distancia no es correcto. Pues la curación se da con la mente, y la mente no conoce de distancias como sí lo hace nuestro cuerpo físico. Si cierras tus ojos, puedes trasladarte donde quieras. Si te enfocas en un lugar de tu infancia y te ves allí, allí estás. Si te enfocas en una persona que no se encuentra físicamente en la misma habitación que tú, tu conciencia está con ella. Tu energía, tu intención y tu atención están allí. Incluso puedes sentir los olores, el tacto y escuchar los sonidos de ese escenario. 

La visualización es uno de los mayores recursos de los grandes maestros de la mente de todos los tiempos. Y es una manera de transformar la realidad. La energía es como una antena de radio. Tiene la capacidad de recibir la señal si están sintonizadas en un mismo canal. Tus pensamientos son esa señal, dirigidos directamente a una persona. Y la llegada del mensaje dependerá de qué tan limpio y trabajado se encuentre tu canal. Curar con la mente a otra persona significa también ayudarla a cambiar sus patrones de comportamiento y de pensamiento, influenciándolos con los enviados. Eso transforma a su vez su modo de ver la vida, y logra una conciencia más amplia, permitiendo que la energía fluya sin obstáculos por ellos. El cuerpo de la otra persona manifiesta una enfermedad debido a que su energía está baja, estancada, débil y/o con dificultades para fluir. Así que, sabiendo que esto ese así, puedes ponerte manos a la obra. 

Práctica para curar con la mente 

Un ejercicio que puede ayudarte a dirigir tu pensamiento es el siguiente: 

1._Primero y fundamental, consigue un lugar cómodo y toma asiento. Respira profundamente para entrar en un estado de relajación. 
2._Con los ojos cerrados concéntrate en las distintas partes de tu cuerpo. Siente la planta de los pies en contacto con el suelo, las manos sobre tu regazo, la tela de tu ropa sobre tu piel. 
3._Observa cómo tu atención se mueve de un lugar a otro a tu voluntad. Eres un canal de energía que fluye y es esta energía la que se traslada por tu cuerpo. Esta energía será la verdadera sanadora, tú sólo serás su canal. 
3._Elige alguna parte de ti que quieras atender. Algún dolor en particular o alguna debilidad, y centra tu atención en este lugar de tu cuerpo. También puedes elegir a otra persona, y deberás centrar toda tu atención en su rostro. 
4._Una vez clara la imagen en tu mente, visualiza la perfección manifestándose en esa imagen. Para curar con la mente, observa esa misma parte de tu cuerpo sana y fuerte, observa a la persona que elegiste llena de energía y jovialidad. 
5._Concéntrate en esta imagen, y vívela. Vuélvela realidad en tu mente, enfócate en cómo se siente esta nueva situación. Puedes practicar este ejercicio durante cinco minutos todos los días, para trabajar sobre tu canal. Verás como con el tiempo, tus visualizaciones se volverán más claras, y tu mente más enfocada. 

Recuerda, la mente no conoce de distancias. No conoce de espacio ni de tiempo. No hay límites para lo que puedes lograr con ella si te permites trabajarla. Mente y cuerpo comparten una relación estrecha. Pero la conciencia es vasta como las estrellas.

 Hermandad Blanca


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