viernes, abril 13, 2018

Ser uno mismo


Vivir desde el alma radica en tres cosas: la habilidad de percibir y aprender nuevas maneras, la tenacidad de atravesar senderos turbulentos y la paciencia de aprender el amor profundo con el tiempo.  Sería un error pensar que se necesita ser un héroe para lograrlo. No es así. Se necesita un corazón que esté dispuesto a morir y nacer y morir y nacer una y otra vez. 

Ser nosotros mismos nos causa ser exiliados por otros. Sin embargo, cumplir con lo que otros quieren nos causa exiliarnos de nosotros mismos. ..... La valentía de ser uno mismo en cualquier escenario, en cualquier contexto y sin importar ante quién estemos, nos permitirá salvaguardar la propia identidad.

No podemos controlar quién nos trae al mundo. No podemos influir en la fluidez con que nos educan. No podemos obligar a la cultura a volverse instantáneamente hospitalaria. Pero las buenas noticias son que, aún después de ser heridos podemos recuperar nuestras vidas. Si permanecemos sólo como sobrevivientes sin avanzar hacia el florecimiento, nos limitamos y cortamos la energía creadora hacia nosotros y nuestro poder en el mundo tal vez a la mitad.

A veces las personas temen avanzar más allá del status de sobreviviente, por ser exactamente eso —un status. Crea una postura mental que es potencialmente limitante. Ser fuerte significa encontrarse con lo luminoso de uno sin huir, viviendo activamente de una manera propia. Significa ser capaz de aprender, ser capaz de sostener lo que sabemos. Significa sostenerse y vivir.

Quienes no encuentran deleite en aprender, quienes no pueden sentirse atraídos por nuevas ideas o experiencias, no podrán desarrollarse más allá del punto del camino donde descansan ahora. Si hay una sola fuerza que alimente la raíz del dolor, es el rehusarse a aprender más allá del momento presente. En nuestra vida, aún cuando un episodio resulte en una caída fuerte y seria, siempre hay otro episodio esperándonos, y luego otro. Siempre hay más oportunidades de hacerlo bien, de labrar nuestra vida del modo en que merecemos tenerla. No pierdas tu tiempo odiando un fracaso. El fracaso es mejor maestro que el éxito. Escucha, aprende, sigue adelante.

La mejor tierra para sembrar y hacer crecer algo nuevo otra vez está en el fondo. En ese sentido, tocar fondo, aunque extremadamente doloroso, es también el terreno de siembra. Se nos ha enseñado que a la muerte siempre le sigue más muerte. Simplemente no es así. La muerte siempre está en proceso de incubar nueva vida, aún cuando nuestra existencia haya sido cortada hasta los huesos.  Es importante saber que cuando hay un final habrá otro comienzo. para poder ver la dirección correcta, debemos ser capaces de ver las equivocadas.

Adicción es cualquier cosa que reduce la vida mientras la hace "parecer" mejor. Por lo general cada miedo tiene tres partes: una parte es un residuo del pasado (siendo esto a menudo una fuente de vergüenza),otra parte es una carencia de certidumbre en el presente, y otra parte es miedo a un resultado deficiente o a consecuencias negativas en el futuro.

Hay muy pocas cosas correctas/incorrectas o buenas/malas en este mundo. Existe, sin embargo, lo útil y lo no útil. También hay cosas que a veces son destructivas, así como cosas productivas. Es peor quedarse donde uno no pertenece en absoluto, que vagar perdido por un tiempo y buscar el parentesco psíquico y espiritual que uno requiere.

¿Con qué alimenta uno a la intuición para que esté consistentemente nutrida y que responda a nuestras peticiones de escudriñar el ambiente? Uno la alimenta de vida.

Aunque el estar alejado de otros no es algo que se desee por diversión, pero se pueden tener ganancias inesperadas: son muchos los regalos de la soledad. La transformación cambia la actitud guía, de "lo que será, será" a "déjame ver todo lo que hay que ver".

Tener la valentía de ser uno mismo en cualquier escenario, en cualquier contexto y sin importar ante quién estemos, nos permitirá salvaguardar la propia identidad, dejar atrás lo que nos es conocido para afrontar la propia soledad, la incertidumbre y hasta lo extraño, nos habilita también en nuevas capacidades, en habilidades como la introspección, la seguridad personal, la observación, la receptividad… Fuerte no es quien más peso puede alzar con sus brazos, quien más kilos soporta sobre su espalda o quien más resiste en una carrera. Fuerte es quien encara, quien no huye, quien muestra sin miedo su identidad, quien no se rinde, quien vive con alegría y coraje el ciclo de la vida: tomar, aprender, dejar ir, aceptar, avanzar… 

Clarissa Pinkola Estés
Analista Junguiana


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