lunes, julio 30, 2018

La buena religión libera


No tengáis miedo.  Con la religión nos han metido muchos miedos que están ahí y que hay que solucionar eliminandolos de la vida. "No tengáis miedo", dice Jesús en el Evangelio. Todo el Evangelio está lleno de estas advertencias: "No temáis..., no os preocupéis..., no os aflijáis..." pero el hombre ha hecho una religión llena de tabúes y temores, llena de ideas falsas y de falsos ídolos. Jesús vino a liberarnos.

¿Qué son las cosas que me causan miedo? Ordinariamente resulta más fácil romper las paredes de cemento que las de la mente. Es como un hombre no quiere salir de la cárcel porque prefiere lo conocido al cambio. Nos es más cómodo hacer lo acostumbrado. El miedo brota de la manera en que vemos las cosas y de las consignas de la mente.  

El miedo sólo se te quita buscando el origen del miedo. El que se porta bien a base de miedo es que lo han domesticado, pero no ha cambiado el origen de sus problemas: está dormido.  La mayor libertad es liberarte de tu propia mente, de esa dependencia sutil, tan profunda que nunca percibes que es una dependencia.

Analiza, sinceramente, sosegadamente, cuáles son tus cárceles imaginarias y el por qué de tus miedos. Cuestiónalo todo y saca la realidad que hay detrás de los cuestionamientos. El día en que sientas el vacío de quedarte sin nada a qué agarrarte, ¡buena señal! Entonces ya puedes tú mismo y comenzar a construir la realidad con libertad.   

La buena religión te enseña a liberarte de los fantasmas. No metamos a lo Divino en los fantasmas. A la Divinidad sólo se lo puede conocer por la vida, que es su manifestación. Ella está en la verdad, y de despertar a la verdad se trata.

 Anthony De Mello

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