jueves, marzo 12, 2009

La piedra de Rosetta

Descubierta durante la campaña napoleónica de Egipto, la piedra de Rosetta fue arrebatada a los franceses por los ingleses, como botín de guerra. Siguió una frenética carrera para descifrar sus jeroglíficos.

El 19 de julio de 1799, durante el desenterramiento de una antigua fortaleza egipcia —denominada Fort Saint Julien— por parte de un destacamento militar francés, los soldados descubrieron un bloque de piedra granítica, de 114 centímetros de altura, 72 de ancho y 28 de grosor, con una cara pulimentada en la que aparecían tres tipos de escrituras, que dividían el texto en tres partes.

La parte superior, compuesta por 14 líneas, estaba formado por jeroglíficos; en el centro aparecían 32 líneas de escritura cursiva, el demótico, última fase de la escritura egipcia; mientras que la parte inferior la formaban 54 líneas en griego, una lengua hablada y escrita en Egipto desde época helenística. La Piedra de Rosetta reposa actualmente en el Museo Británico de Londres.

Sobre ella aparece grabado el denominado Decreto de Menfis, promulgado en la misma ciudad el decimoctavo día del segundo mes de la estación de Peret —o sea, 27 de marzo de 196 a.C.— por los sacerdotes egipcios allí reunidos para conmemorar el primer año del ascenso al trono del faraón Ptolomeo V Epífanes. Sin embargo, la tremenda importancia de la Piedra de Rosetta estribaba en otro aspecto: constituyó la clave para interpretar los jeroglíficos egipcios, que hasta el momento de su descubrimiento habían resultado completamente indescifrables.

¿Cómo cayó en manos inglesas? Las dos potencias dominantes en la Europa de entonces, Francia e Inglaterra, se enfrentaron por el control del Mediterráneo —con Egipto como territorio clave—, pero la contienda la ganaron los británicos. El tratado de capitulación contenía una cláusula en la que se establecía que todas las colecciones, documentos, ejemplares naturales o artificiales así como las antigüedades, incluyendo la Piedra de Rosetta, que el Instituto había recopilado, pasaban a ser propiedad británica.



La piedra
Su forma es desigual. Está hecha de basalto negro macizo y sus dimensiones oscilan entre 114 cm de largo, 72 cm de ancho y 28 cm de grosor. En cuanto al trozo que le falta, se estima que mediría unos 30 cm. Los extremos superiores eran probablemente de forma curvada, estando encabezada por una representación del disco alado de Horus de Edfu.

Comenzaba con la inscripción escrita en egipcio, de donde se dividía en los dos últimos caracteres (el jeroglífico o escritura de las primeras dinastías, y el demótico, forma modificada del carácter hierático, utilizado en los tiempos Ptolemáicos).
El tercer fragmento está escrito totalmente en griego. El significado de estas tres formas de escritura fue el resultado de una reunión en Menfis de todos los sacerdotes de Egipto, en honor de Ptolomeo Epifanes (196 a. de C.). La parte jeroglífica se compone de 32 líneas, de las que las 14 primeras están inacabadas. El texto griego consta de 54 líneas, las 26 últimas también incompletas en las partes finales.

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