miércoles, marzo 25, 2009

La enfermedad un fenómeno natural


Desde hace mucho tiempo el hombre ha tenido que verse enfrentado con la enfermedad, y como resultado de esto ha desarrollado diversos métodos para curar o por lo menos para aliviar el sufrimiento.  En los pueblos primitis la enfermedad se consideraba como castigo de alguna divinidad o se creía resultado de romper un tabú o alguna regla sagrada para la tribu. Así pues tenemos que en los pueblos del antiguo Egipto, Mesopotamia, entre otros, la concepción de la enfermedad es mágica y por lo tanto el diagnóstico y el tratamiento también requieren medios y ritos mágicos.

Por ejemplo, en la Asiria antigua la medicina era esencialmente mágico-religiosa, allí los encargados de la medicina eran los Asu quienes tenían una predilección por considerar que la posesión por espíritus era la causa de las enfermedades. La florida imaginación de los asirios les había llevado a crear espíritus malignos muy especializados; si había dolor en el cuello, el responsable era el espíritu maligno Adad; el dolor en el pecho era responsabilidad de Ishtar; el espíritu Rabisu producía problemas cutáneos mientras que Labartu afectaba el aparato genital femenino, y así sucesivamente.  En la actualidad este tipo de mentalidad primitiva aún persiste, pues es frecuente escuchar hablar de enfermedades causadas por "mal de ojo", "castigo divino" e incluso "posesiones demoníacas".

En muchos países latinoamericanos hay personas que consultan a brujos indígenas buscando la cura de sus enfermedades. Aquí es importante notar que la forma como la medicina mágico-religiosa obtiene conocimiento es por medio de la "revelación", la cual es una verdad sagrada que obtiene el chamán o líder religioso del grupo. Debe resaltarse que estas revelaciones cambian de pueblo en pueblo, por ejemplo los mismos demonios que asignaban como causa de una enfermedad en la antigua Asiria no eran la misma causa en la India.

La enfermedad dejo de considerarse como un fenómeno sobrenatural con Hipócrates de Cos (460-332 a.C.) médico griego que vivió a finales del siglo V A.C. Hipócrates afirma que la enfermedad se puede comprender ya que sus causas se encuentran en el ámbito de la naturaleza. En su obra sobre la enfermedad sagrada, en la cual hacía referencia a la epilepsia afirmó:

"Voy a discutir la enfermedad llamada "sagrada". En mi opinión, no es más divina o más sagrada que otras enfermedades, sino que tiene una causa natural, y su supuesto origen divino se debe a la inexperiencia de los hombres, y a su asombro ante su carácter peculiar. Mientras siguen creyendo en su origen divino porque son incapaces de entenderla, realmente rechazan su divinidad al emplear el método sencillo para su curación que adoptan, que consiste en purificaciones y encantamientos.

Pero si va a considerarse divina nada más porque es asombrosa, entonces no habrá una enfermedad sagrada sino muchas, porque demostraré que otras enfermedades no son menos asombrosas y portentosas, y sin embargo nadie las considera sagradas."  El salto conceptual dado por Hipócrates no ocurrió sin un antecedente. Desde casi un siglo antes de él unos filósofos denominados presocráticos habían empezado a preguntarse por la naturaleza del mundo y se habían atrevido a plantear respuestas en las que no se incluían las divinidades.

Por ejemplo, Tales de Mileto consideraba que el mundo estaba formado por el elemento agua. La explicación de Tales es similar a la del mito babilónico en la que el dios Marduk creó el mundo del agua, solo que en la narración del filósofo presocrático el dios ya no es necesario.  El concepto de la enfermedad como un fenómeno natural es en últimas un legado de los filósofos presocráticos que se atrevieron a formular un mundo entendible en términos naturales, libre del dominio de dioses y demonios.

Ferney Yesyd Rodríguez

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